10.31.2012

Ay! Que susto ツ

La noche del 31 de octubre, actualmente la conocemos como la noche de Halloween, esto no ha sido siempre así en España. Mientras que los ingleses y en el continente americano la celebración consistía en disfrazarse y pedir caramelos a los vecinos del lugar, aquí consistía en velar la perdida de los seres queridos y limpiar sus tumbas.

Con la llegada de la lengua inglesa que se ha vuelto fundamental para el mundo del negocio y la informática, aparte de incluir nuevas palabras a nuestro vocabulario también hemos adoptado esa forma de celebrar este día.

Cada vez vemos a más gente por la calle disfrazadas este día, no pidiendo caramelos puesto que  la mayoría vivimos en pisos en vez de en casas bajas y no solemos tener caramelos para el famoso “truco o trato”. 

Pese a esto y como ya he dicho antes hemos adoptado esta fiesta como casi nuestra, sobre todo los más pequeños de la casa que los profesores de inglés cada año les va alimentando las ganas de hacerlas, como la fascinación de tener otro día mas en el año en el que tienes una magnifica excusa para disfrazarse.




Os deseo una feliz noche del 31 de octubre, veléis por la pérdida de vuestros muertos, veáis películas de miedo o salgáis con el disfraz más terrorífico que tengáis. 

Susurros de la naturaleza


Sentada en mi cuarto junto a mi portátil, mal gastando mi tiempo. Entre canción y canción una pequeña pausa, lo suficiente para escuchar como golpean el cristal de mi ventana. Dispuesta a averiguar el provenir de ese ruido me levanto de la silla, un suave silbido me lleva hasta la ventana. Este provenía de una pequeña entrada de aire de un hueco de la ventana.

Contra más cerca de la ventana más fuertes los golpes, al llegar a ella y dispuesta a mirar parece que la vista se me nubla. Puesto que la calidad de la vista no es buena y que los golpes no cesan me dispongo a abrirla. Segundos más tarde tengo la cara mojada, unas pequeñas gotas se habían tropezado con mi cara, definitivamente está lloviendo.

Regreso rápidamente al portátil y apago la música para disfrutar de la música que me dispone la naturaleza. Ando sigilosa ante la oscuridad de mi cuarto puesto que es de noche, vuelvo sobre mis pasos puesto que no quiero perder un espectáculo tan maravilloso.

No me importa que gotas a gran velocidad choquen con mi piel, a cambio del olor de la lluvia. ¡Si, ya sabes ese olor! a mojado, a campo, un olor que te hace viajar hasta la naturaleza, es como un pequeño transportador mental.

Una vez el sentido del olfato satisfecho y la mente contenta por haber podido jugar a ver en la distancia. Abro los ojos, para ver como miles de gotitas se precipitan y revotan contra cualquier ente vivo o no vivo que se encuentre en su trayectoria.

Anonadada sigo disfrutando de este festín para para los sentidos que me ofrece la naturaleza hasta que me quedo dormida.







Una pequeña historia singular sacada de mi imaginación junto a lo mucho que me gusta la lluvia. Con una pequeña coloración de S. Pedreira, que me a prestado una de sus fantásticas fotos. 

10.29.2012

Constancia nula


Uipss! Como habrás comprobado me cuesta un poco ser constante.

Me gustaría que la intensidad por la cual empiezo a hacer las cosas no fuera decrescendo a medida que los días pasan.  Suspiro a ese ayer que me hizo empezar la tarea y  reprocho al hoy que no me impulsa a seguir con ello. Estoy infinitamente disgustada con este defecto mío que no me permite terminar casi nada de lo que empiezo, menos mal que tengo a algunas personitas por ahí que me apoyan e insisten para que siga. En el caso de este blog le tengo que dar las gracias a mi gemela que la quiero mucho y me anima a reciclar cada día este rinconcito de mí en la web.